Musica folk irlandesa, espiritu celta I
Pensad en tres cosas que caractericen a Irlanda, tres tópicos con los cuáles podáis describirla a grandes rasgos; uno podría ser el color verde que predomina en sus paisajes, otro menos bucólico sería, por ejemplo, la afición de sus habitantes por la cerveza negra y por el whisky y el tercero sería, muy probablemente, la música celta.
Por todo el país y desde tiempos inmemoriales la tradición de este género musical, originario del pueblo celta, se ha mantenido viva a través de multitud de formaciones, amateurs y profesionales, y sobretodo gracias a la tradición oral, predominante en una isla con una economía tradicionalmente agrícola. Las canciones, en gaélico las más antiguas, en inglés las más nuevas (las de los últimos 200 años, aproximadamente), han ido transmitiéndose de padres a hijos, pasando en algunas ocasiones de ser inocentes y añejas nanas reconvertidas en éxitos internacionales.
Sin embargo la gran mayoría de piezas de folk irlandés fueron inicialmente concebidas para ser bailadas, por lo tanto y pese a que existe toda una vertiente de canciones más bien lentas y épicas, e incluso una rama llamada sean-nós que sólo incluye voz, el ritmo y la percusión suelen ser elementos protagonistas. No menos conocidos son los bailes tradicionales que acompañan estas composiciones, parte importantísima del folkore del país.
En cuanto a los instrumentos que tradicionalmente usan los grupos de folk irlandés, muchos de ellos son intrínsecos a este tipo de música, es decir, propios únicamente de éste género. La formación instrumental más habitual sería: el “fiddle”, una variedad de violín; la flauta y el “whistle” o silbato; las “uilleann pipes”, gaitas típicas irlandesas; el harpa (que es, dicho sea e paso, uno de los símbolos de Irlanda); el acordeón y la “concertina”, un tipo de acordeón más pequeño, habitualmente de base hexagonal; el “banjo” en su variedad de cuatro cuerdas; y el “Bodrhán«, un tamborín con forma de lienzo enmarcado en forma circular. En los últimos años y a medida que la música folk irlandesa se ha ido internacionalizando y modernizando, se han ido introduciendo otros instrumentos como por ejemplo la armónica, el “bouzoki”, de origen griego, o la guitarra.
Hoy en día, grupos tradicionales que suelen tocar en pubs y fiestas locales y bandas conocidas a nivel mundial, que mezclan la tradición irlandesa con ritmos y melodías más modernas, conviven en total armonía dentro del panorama musical. El éxito de este estilo parece no tener fin, más bien todo lo contrario, está cada vez más vigente gracias a multitud de festivales y eventos celebrados dentro y fuera de la isla. Veremos algunos de ellos en la segunda parte de este post.

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