Isla de Achill, romántico destino en el mar
Achill, frente a las costas del condado de Mayo, es la isla más grande de Irlanda y está conectada al país por un puente. Esta isla está realmente llena de historia, con evidencias de asentamientos humanos que se remontan más allá de 4000 años.
Estando en esta isla nunca tendremos la sensación de lejanía con el mar. Sus largas playas de arena nos invitan a pasear a lo largo de sus pequeñas calas desiertas, sus impresionantes acantilados abiertos al océano Atlántico. Desde ellos la vista es magnífica, con el agua cristalina y pura y el sol de verano brillando pacífico y sereno, colgando de las grandes olas que se producen. Avistar delfines y ballenas no es difícil, sobre todo en los días claros.
Con vistas al pueblo de Dooagh se sitúa Boycott’s House, hogar durante veinte años del famoso Capitán Charles Boycott, quien dio su nombre al idioma inglés. El Castillo Kildownet es una casa-torre construida en el siglo XV por Grace O’Malley, el infame pirata irlandés.
A principios del siglo XX el célebre artista norteamericano Robert Henri se enamoró de Achill y pasó varios veranos en la isla, para más tarde comprar la casa de Boycott. Allí produjo más de 100 cuadros, sobre todo inspirándose en la población local y los niños.
La isla de Achill está cargada de historia y hay mucho por ver y explorar, incluyendo tumbas megalíticas y piedras, pozos sagrados, los primeros asentamientos monásticos cristianos y ruinas de pequeñas aldeas abandonadas tras la hambruna en Irlanda.
La Ruta de Minaun nos lleva a una elevada colina desde la que, en los días claros, tendremos quizás una de las vistas más espectaculares y soñadas que hayamos tenido nunca. Os parecerá que el mundo es vuestro y lo podéis sostener en la palma de vuestra mano. Los senderistas más aventureros podéis hacer frente a la montaña más alta de Achill, la Slievemore. El pueblo deshabitado de Slievemore fue abandonado en la segunda mitad del siglo XIX, emigrando la mayoría de sus habitantes a América.
Vale la pena alquilar un bote o bien contratar a un pescador de la zona para que os lleve en las embarcaciones tradicionales irlandesas desde el puerto hasta Bullsmouth, nuestra propia isla desierta, o a la pequeña isla de Innisbiggle, otra isla deshabitada a pocos minutos a través del mar.
Para alojaros por aquí os recomiendo Bervie Guesthouse en el pueblo de Keel, una casa de huéspedes con excepcionales vistas al mar y magníficas vistas a lo largo de la costa, como por ejemplo Innisboffin, Innisturk y las Islas Clara. También os aconsejo Murrin’s Way, una casa de campo tradicional de Achill con todas las comodidades y maravillosas vistas.
Para comer también tenemos recomendaciones y consejos, como Beehive, en Keel, un restaurante que sirve excelentes mariscos y platos locales, incluyendo una curiosa y deliciosa sopa de ortigas. Aquí se puede comer al aire libre con vistas a los acantilados de Minaun. También en Keel, aunque muy diferente al anterior, es el restaurante Ferndale, que incluye especialidades de la cocina griega, mongol y suiza.
No lo olvidéis, la isla de Achill, la más grande de Irlanda. Un destino inigualable si os gustan las vistas maravillosas, respirar a fondo la brisa marina y poner el mundo en la palma de la mano de vuestro acompañante. ¿Romántico o no?

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR