La leyenda de los hijos del Rey Lir

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Ya os hemos hablado de distintas leyendas y seres mitológicos irlandeses. Se trata de una serie de cuentos mágicos que, en muchas ocasiones, se han entremezclado con la auténtica historia irlandesa, lo que ha dado lugar a una serie de capítulos un tanto extraños pero que hacen las delicias de los propios irlandeses y de quienes los visitan ávidos de conocer más acerca de su mitología.

Si sois aficionados a las leyendas os recomendamos visitar Slieve Bloom, donde se celebra todos los otoños un festival de narración de historias mitológicas.

Y aún a falta de un buen fuego junto al que contar estas leyendas, hoy vamos a hablaros de una de las más peculiares que existen y que, a su vez, ha dado lugar a otra serie de cuentos acerca de los niños de Lir, que fueron transformados en cisnes por su madrastra.

Según cuenta la leyenda existió, hace muchos siglos, un rey llamado Lir que era padre de cuatro niños. Tras la desaparición de la madre de los pequeños se casó con otra mujer, Aoife, que era tan hermosa como malvada y envidiosa que quería vivir sola con su marido, sin tener que preocuparse porque los pequeños le quitaran años más tarde el trono.

Con estas características no resulta raro si os decimos que se trataba de una bruja. Un día, cuando los niños estaban dándose un baño en el lago Derravagh ella convirtió a Aed, Conn, Fiacra y la pequeña Fionnuala en cuatro bellos cisnes. Ella les condenó a vivir con esa forma durante 900 años. Los primeros 300 años tenían que vivir en este lago, después en el mar de Moyle y los últimos 300 años deberían pasarlos en el océano Atlántico.

Una vez transcurrido su tiempo de condena los cisnes escucharían el repicar de las campanas de una iglesia y sería cuando se convertirían en humanos. Pasados los nueve siglos fue así como ocurrió, pero al encontrarse en medio del océano y sin casi fuerzas para moverse por lo viejos que eran los pequeños perecieron en menos de medio minuto.

Desde entonces el cisne es un animal venerado en Irlanda y está prácticamente prohibido matar un animal de esta especie en tierras irlandesas. Es más el observarles, tranquilamente en su hábitat natural, se ha convertido en una actividad lúdica. Si os interesa merece la pena realizar el crucero por el lago Erne, conocido como crucero de los cisnes.

Foto Vía Flickr

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