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La espectacular Calzada de los Gigantes

La Calzada de los Gigantes es uno de los lugares que aparece en todas las guías turísticas que hay de Irlanda. Sin lugar a dudas es uno de los sitios que uno puede dejar de ver si viaja hacia la Isla Esmeralda. Otra cosa es que resulte fácil llegar hasta allí. Se encuentra en el condado de Antrim, en el este del país, pero teniendo en cuenta que está en plena costa y en una zona sin habitar el transporte público no llega hasta allí.

Lo más práctico entonces es alquilarse un coche para llegar hasta ella o, en su defecto, contratar una excursión que incluya el transporte. Además, si vais a Irlanda con un circuito es prácticamente seguro que incluya una visita a la Calzada de los Gigantes, ya que es una de las atracciones más destacadas por quienes conocer la isla.

La peculiaridad de la Calzada es que está formada unas 40.000 formaciones de basalto que se asemejan a columnas y las más altas llegan a alcanzar los 12 metros de altura. La explicación de su existencia es que son el resultado de una erupción volcánica que tuvo lugar hace 60 millones de años.

Esa es la versión científica, pero con lo aficionados que son los irlandeses a las leyendas y a historias mágicas para explicar cualquier fenómeno, ésta no iba a ser la excepción.

Cuentan los antiguos que la Calzada es realmente un camino que hicieran unos gigantes, de ahí su nombre, para poder cruzar desde Escocia a Irlanda sin apenas mojarse los pies. Se dice que fue el gigante irlandés Finn MacCool quien construyó este sendero que comunica con la isla de Staffa, en Escocia. El objetivo era desafiar a su rival, el gigante escocés Benandonner, que vivía allí. Pero al llegar se dio cuenta de que era mucho más fuerte y fiero de lo que había imaginado y corriendo delante de el regresó a territorio irlandés.

Usó su ingenio,ya que su esposa Oonagh le escondió en una cuna y cuando apareció Benandonner, ella le invitó a tomar el té, pidiéndole que no despertase al «bebé». Entonces, fue el escocés el que tuvo miedo de enfrentarse con el padre de aquella enorme criatura. Al escapar destruyó la calzada, de la que sólo quedaron en pie sus tramos inicial y final, para que MacCool no fuese tras el.

La Calzada de los Gigantes fue descubierta en 1693 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. La mayoría de las columnas de basalto de estos acantilados tiene forma hexagonal, pero también las hay de cinco, siete u ocho lados. A pesar de tratarse de un fenómeno natural, la meticulosa disposición de los hexágonos hace pensar en que han sido colocados allí por una mano misteriosa.

Foto Vía: Code Poet