Beamish, la típica cerveza de Cork
Si alguien os pide que nombreis una cerveza irlandesa casi el cien por cien de vosotros responderá Guinness. Cuando uno viaja a Irlanda y se acerca a un pub al colocarse ante la barra le sale pedir esa misma marca, básicamente porque es la única que conocemos.
De siempre se ha considerado como la típica bebida de cebada de la Isla Verde, pero no es así, debéis saber que hay muchas cervezas irlandesas. Si podéis, os recomendamos que no os quedéis únicamente en la Guinness. Al fin y al cabo esa podemos encontrarla en numerosos supermercados españoles, aunque es cierto que no sabe igual.
Como os decíamos, hoy en día la Guinness es considerada como la bebida de los irlandeses por excelencia, pero esto sólo es así desde hace unos cuantos años. Antes era la Beamish la que ocupaba este privilegiado lugar. La cerveza, que se producía en Cork, era considerada como un producto de referencia nacional, aunque poco a poco fue perdiendo protagonismo y cediéndoselo a la cerveza de Dublín.
Aún así, hoy en día la Beamish es muy apreciada por los vecinos de Cork. Si viajáis a esta ciudad os recomiendo probarla, incluso conocer la fábrica en la que se produce, en pleno casco antiguo. Es una cerveza inventada por los protestantes a finales del siglo XVIII por dos hombres que añoraban el sabor de las antiguas cervezas irlandesas y les dio por volver a poner en marcha una vieja planta cervecera.
Los primeros años del siglo XIX fueron la época dorada de esta cerveza, que era la que controlaba prácticamente todo el mercado, no sólo en Irlanda, sino también en Escocia y el norte de Inglaterra. En sus tres siglos de existencia esta casa pasó de manos irlandesas a otras extranjeras para, volver a recaer, hace treinta años, en poder de los irlandeses, con participación escocesa e inglesa.
Al igual que la Guinness es una cerveza negra, con un aroma suave, casi sutil, que recuerda mucho a chocolate y a café. Su sabor es ligeramente ácido, pero sin ser arrogante, y se deja beber muy bien. Quizás, el sabor que más resalta es el de a madera con malta. Además genera una crema, en lugar de la habitual espuma de las cervezas, que es muy densa, lo que hace que el sabor de malta deje paso a un cierto amargor, procedente del lúpulo. Aunque es menos popular, Beamish también fabrica cerveza roja.
Foto Vía JamesCridland

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