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Pascua en Irlanda, tradiciones y mucho más

Semana Santa se está acercando, y si estáis de viaje por Irlanda os aconsejo apuntar sobre cómo se manejan los irlandeses en épocas de pascuas. Lo primero a resaltar es que tanto monumentos como algunos edificios se encuentran cerrados, pero a diferencia de España, el jueves no se festeja.

En Irlanda únicamente se celebra el viernes y el lunes. Lo que sí permanece abierto son las Iglesias, ya que para estas fechas la tradición católica es la protagonista y muchos turistas o habitantes suelen acudir a tales espacios.

Pues si os apetece comer huevos de pascua hechos con el más delicioso chocolate, os comento que en Irlanda los mismos no se ingieren durante el período de Cuaresma, sino que hay que aguardar hasta presentarlo el Viernes Santo y recién el Domingo de Resurrección es cuando finalmente se comen. Aproximadamente se compran unos cinco millones por año en el país.

En lo que respecta a la antigua tradición, la preparación de Pascua en Irlanda se iniciaba en primer día de Cuaresma, o sea cuarenta días antes del Domingo de Resurrección, por lo que los habitantes hacían a un lado la carne desde el primer día, al igual que dejar el hábito de fumar, beber o mismo, ver televisión. Durante todo ese período, la gente acostumbraba a comer pescado cada viernes en forma de sopa y en ese momento, se consideraba que había que pasar tiempo con la familia para reflexionar y hacer auto disciplina.

Continuando con el Domingo de Pascua en Irlanda, cada familia preparaba su hogar con anticipación, realizando una “limpieza de primavera”, con el objetivo de que la casa fuera bendecida por un sacerdote local, en una ceremonia religiosa. Y para finalizar, el Viernes Santo nadie podía trabajar ya que se debía aprovechar ese mismo día para descansar y preparar el cuerpo y el alma para la Pascua.

Hoy en día, el Domingo de Pascua es muy parecido a cualquier otro domingo o fecha religiosa en Irlanda, por lo que las familias acostumbran a reunirse en la casa de algún familiar vestidos con ropas nuevas y posteriormente van a la misa juntos en la iglesia local. Una vez terminada la misma, todos acuden a la gran fiesta en el hogar de reunión y comen porciones de papas, verduras, pan y carne rellena para celebrar.

Por último, los huevos de pascua se presentan a los niños que únicamente no hayan roto el ayuno de Cuaresma y también, que hayan terminado de comer una cena llena de Pascua. Claro que siempre está la excepción, ya que no es tarea fácil ayunar para una criatura.