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La Primera Comunión en Irlanda

Os queremos contar algo curioso hoy. La forma en la que en Irlanda se ha celebrado algo tan tradicional como la Primera Comunión ha cambiado significativamente desde la década de 1970. Las familias irlandesas de esta época no eran muy ricas que digamos, pero siempre hacían un pequeño esfuerzo cada vez que llegaban acontecimientos importantes como este.

Los niños iban vestidos con chaqueta y pantalón corto, y las niñas llevaban un vestido blanco muy sencillo. Para los niños, el día de la Primera Comunión era muy especial en sus vidas. Por lo general las familias solían celebrar el convite en algún hotel local. No solían permitirse el lujo de hacer grandes comidas a menudo, por lo que aquel día era algo especial.

Los familiares solían darle a los niños una tarjeta con dinero. Para los niños había refrescos, generalmente los más baratos, y para los padres té y galletas. Curiosamente, cuando el niño iba a jugar con sus amigos, los padres abrían las tarjetas y contaban cuánto dinero había recibido de regalo.

Es asombroso lo que ha cambiado la forma de hacer la Primera Comunión en Irlanda en los últimos años. Hoy en día se celebran casi igual que una boda. Las familias irlandesas están hoy mucho mejor económicamente y no suelen reparar en gastos a la hora de celebrar eventos de este tipo.

Los niños forman un gran alboroto este día. Los vestidos cada vez salen más caros, y hoy en día es imposible encontrar un traje de comunión por menos de cien euros. Algunas personas acuden incluso antes a solariums para ir bronceados a la fiesta. Las niñas asisten bien temprano a la peluquería para conseguir estar las más guapas.

Algunas familias llegan a la iglesia en limusinas contratadas para la ocasión, o bien en coches de caballos. Los convites se celebran ahora en restaurantes de primera calidad. Todos los familiares están invitados, incluso los amigos, y la fiesta corre a cargo de los padres. De ahí, en ocasiones, la fiesta pasa a casa de los padres, que han alquilado un castillo hinchable para colocarlo en la parte trasera del jardín.

La comida y la bebida parece que nunca acaban. Los invitados suelen regalar a los niños tarjetas con un importe mínimo de 50 euros. No es de extrañar que hoy en día cualquier niño que haga la Primera Comunión pueda llegar a recaudar hasta mil euros.

A pesar de toda esta parafernalia, el día de la Primera Comunión en Irlanda sigue siendo un día especial. Los niños asisten son sus caras angelicales al coro y las voces de la iglesia. Siempre es bueno reunir a los familiares y a los amigos en un día como este. Desde el pequeño convite en el pequeño hotel de la ciudad, hasta los fastuosos convites de la actualidad, la Primera Comunión en Irlanda sigue siendo un acontecimiento tradicional.

Foto Vía Meicy