Bandera e himno de Irlanda, símbolos del país
La bandera de la República de Irlanda es tricolor y está compuesta por tres franjas verticales de iguales dimensiones y color verde, blanca y naranja. Cada una de ellas simboliza un aspecto diferente: la anaranjada, a los protestantes; la verde, a los católicos; la blanca, la paz que se considera que finalmente llegará entre ambas religiones.
Este símbolo del país fue usado por primera vez por los nacionalistas irlandeses en 1848, durante lo que se denominó la revuelta de la «Joven Irlanda», como bandera de la compañía E, y colocada en la Oficina General de Correos (GPO, General Post Office) de Dublín, cuartel general de los jefes de la revuelta. Fue diseñada precisamente para representar a la población católica y protestante de la isla y la paz entre ellas. Hizo mella en la población y se convirtió, finalmente, en la bandera del Estado Libre irlandés en 1922.
Cuando el Estado Libre fue renombrado Éire en 1937, la Constitución le dio valor constitucional.
Desde entonces ha sido la bandera de Irlanda. Como tal, ondea en la residencia del Presidente de Irlanda, en la del parlamento irlandés, en las cortes y en los edificios estatales. Además, envuelve los ataúdes de diversas personalidades del país, de presidentes a soldados y policías fallecidos en actos de servicio.
Por su parte, el himno nacional de Irlanda, Amhrán na bhFiann, es también conocido por su traducción al inglés como Soldier’s Song (La Canción de un soldado). Fue compuesto en 1907 y publicado por primera vez en Irish Freedom en 1912. Es el himno nacional oficial desde 1926, cuando reemplazó al himno no oficial «God Save Ireland». Su traducción, en la versión más frecuentemente cantada de manera oficial, es la que os presentamos a continuación:
Somos soldados
que han jurado su vida a Irlanda.
Algunos vinimos de un país allende las olas.
Hemos jurado ser libres.
Nunca más la tierra de opresión
refugiará al déspota o al esclavo.
Hoy cruzamos el foso mortal
Por la causa de Irlanda,
aunque haya dolor o herida;
Entre el rugir del cañón y las balas,
cantaremos una canción del soldado.
Foto vía Flickr
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