Tesoros ocultos en Irlanda

Cuenta la leyenda irlandesa que, hace muchos años, un hombre que había viajado por todo el mundo dijo: «Si sólo se me permitiera un viaje más, quisiera volver a Irlanda y quedarme allí mezclado entre sus gentes». Parece que las grandes atracciones turísticas del mundo no convencieron a este eterno viajero a olvidar Irlanda. Y es que este país tiene verdaderas joyas ocultas que se salen de las rutas ya conocidas. Seguro que alguna de ellas fue la que decidió a nuestro viajero a volver a Irlanda para siempre.

El misterio corre por las venas de Irlanda. Sólo aquellos que la aprecian saben encontrar ese misterio. La intriga se acentúa sobre todo en los días nublados y tormentosos, gracias a los acantilados rayados de Irlanda. Pueblos pintorescos parecen crecer de la espesura de la lluvia, como los de la península de Beara. Casi se puede saborear la historia y el encanto con la vista. Pequeñas cabañas y faros antiguos dibujan la silueta de la costa.

Ring of Kerry es uno de los rincones más queridos por los irlandeses. Verdes montañas a un lado y el océano al otro, es uno de los destinos que nadie quiere perderse. Podéis aprovechar una tarde y acercaros en bicicleta hasta Killarney, o bien hasta Kenmare, un lugar que parece rescatado de algún cuento de hadas. Casas de campo de piedra duermen en la acera de las calles. Con sus flores de vivos colores parecen dar la bienvenida a todos los que se acercan. La tierra de Kenmare se ha aferrado completamente a la tradición.

Perderse no suele ser muy atractivo, para algunos, pero hacerlo en Charles Fort resulta inevitable. Cuarteles, patios y murallas aparecen como un encanto medieval. El Castillo del Rey Juan se nos presenta deslumbrante, allá con su orgullo intacto de haber permanecido impenetrable durante cuatro siglos. Intentar mantener la pista de por dónde vais, porque resulta fácil perder el camino en esta zona.

Irlanda como véis es magnífica para un paseo pintoresco. Su tierra tiene un atractivo que es imposible de rechazar. A pesar de la brisa fresca del océano, el calor de los irlandeses y el abrigo de unos lugares maravillosos, nos harán sentir como en casa. Yo también quiero elegir Irlanda como mi último viaje si pudiera.

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