Breve historia de Belfast

Belfast

Según los registros arqueológicos, la zona sobre la que se asienta la ciudad de Belfast ha estado poblada desde la lejana Edad de Bronce, e incluso hoy en día se pueden apreciar algunas construcciones procedentes de la Edad de Hierro en las colinas y montañas circundantes. Existe también un yacimiento arqueológico llamado el Anillo del Gigante, cuya antigüedad se estima en unos 5000 años.

Durante los tiempos de la colonización de Ulster, en el siglo XVII, colonos procedentes de Escocia e Inglaterra se asentaron en esta zona con la intención de expulsar a los católicos, y pese al intento de resistencia por su parte en 1641, la población católica fue duramente tratada.

Entre los siglos XVIII y XIX, la ciudad de Belfast se apuntó al carro de la industrialización, tanto es así que llegó a superar a Dublín en cuanto a infraestructuras, sobre todo en materia de textiles, tabaco y producción de barcos en los astilleros. No en vano, los astilleros de Harlan and Wolf fueron considerados durante un tiempo como los mejores del mundo y en ellos se armó el impresionante y por siempre tristemente recordado Titanic.

La ciudad fue declarada capital de Irlanda del Norte en el año 1920, a la vez que ésta se separaba oficialmente de Irlanda, y hasta la fecha no ha parado de crecer en población, aunque con la espina del movimiento independentista. Durante gran parte del siglo XX las tensiones entre católicos que quieren la separación del Reino Unido y protestantes que no quieren la independencia, han sido una constante en su panorama político interno e internacional.

La Segunda Guerra Mundial también dejó su huella en Belfast con los bombardeos de las fuerzas aéreas alemanas, siendo quizá el peor de ellos el acaecido durante el 15 de Abril del año 1941. Esa noche murieron alrededor de 1000 civiles, además de dejar a otros 10.000 son hogar. Los bombardeos también afectaron a los astilleros, pero éstos fueron arreglados de inmediato, debido a su importancia y la necesidad de seguir construyendo embarcaciones para la guerra.

Una de las peores lacras que ha sufrido Belfast es la del terrorismo, encarnado en el grupo IRA, y que además de provocar víctimas inocentes, ha acrecentado las diferencias entre católicos y protestantes y cuyas actividades finalizaron en 1994. Un importante cambio político ocurrido en los últimos tiempos fueron las primeras victorias de los nacionalistas en las urnas entre 1997 y el 2005, lo cual ha llevado por primera vez a que los independentistas tomen el poder de Irlanda del Norte.

Foto vía: rainmiles

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